Emilio Grasso, La celebración de los quince años. Una fiesta con sabor a eternidad
En el Paraguay es una tradición recordar, con una gran fiesta, el acontecimiento de los quince años, casi como si fuese un “rito de paso”.
Una de esas celebraciones que determinan la transición de un estado de vida a otro, como el nacimiento, la llegada a la edad adulta, el matrimonio y la muerte, celebraciones y ritos que obedecen a un esquema fijo.
Los quince años representan la despedida de la preadolescencia y la entrada activa a la vida social.
A menudo, este festejo representa un enorme derroche de dinero y una ocasión de excesiva ostentación: se reserva un local, se contacta un grupo musical o se alquila un equipo de sonidos, y se prepara una cena para muchos invitados. Especialmente en el caso de una quinceañera, hay que prever ingentes gastos para la ropa, para la peluquería y el salón de belleza. Unas veces, son los hijos los que pretenden un traje costoso, decoración y party con muchos participantes; otras, son los familiares quienes imponen un festejo exagerado. Se percibe, por tanto, la necesidad apremiante de evangelizar este momento de la vida.
En la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Ypacaraí, para intentar transformar en una ocasión de encuentro con Dios lo que suele ser nada más que una formalidad, ofrecemos una atención especial, en la Eucaristía, a la celebración de los quince años, durante la cual los jóvenes, junto con sus familiares, dan gracias a Dios por haber llegado a esta etapa de la vida.
Así, en estos años, se ha desarrollado una pastoral de los quince años, que abarca no solo la celebración misma, sino también su preparación adecuada: por un lado, a través de la confesión; por otro, explicando a la quinceañera o al quinceañero y a sus familiares que es mucho mejor gastar el dinero para necesidades esenciales, que dilapidarlo en el festejo, y que la sencillez del uniforme escolar es mucho más adecuada al templo del Señor que un lujoso y totalmente inútil traje, que nunca se volverá a utilizar. Es necesario que los jóvenes mismos comprendan el valor del dinero, que no cae graciosamente del cielo, sino es fruto del sacrificio, lucha, trabajo, fatiga y cansancio de los padres.
Este “Cuaderno” presenta las líneas directivas de una pastoral de los quince años, así como se han ido definiendo en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Ypacaraí, bajo la guía del P. Emilio Grasso, a través de sus homilías.
Se presentan aquí los temas principales, vinculados con la celebración de los quince años. Ante todo, el sentido cristiano del tiempo, porque, si es verdad que a los quince años todas las posibilidades están abiertas, es igualmente indudable, pero a menudo es muy poco patente para un joven, que los años pasan rápidamente, y que la vida adulta permanecerá condicionada por las elecciones hechas en la adolescencia, por las ocasiones aprovechadas o desperdiciadas, por el uso que se ha hecho del tiempo. La adolescencia es, por excelencia, la fase en la que se adquiere el dominio de sí mismo, como capacidad de fijarse objetivos, juntando todas las energías para conseguirlos, descubriendo la generosidad, la perseverancia y el esfuerzo.
“La vida es la realización de un sueño de juventud”, y justamente la búsqueda de este sueño es lo que tiene que unificar pensamientos, emociones, sentimientos y actividades del adolescente.
El sabio precepto “conócete a ti mismo” vale particularmente para un adolescente. La suya es la edad en la que tiene que tomar conciencia de sí mismo: de lo que ha recibido, de sus capacidades, de sus riquezas, de los talentos que tiene que hacer fructificar. Él descubre gradualmente su identidad al afirmar su independencia respecto a sus padres, y al reconocer que las relaciones que mantiene fuera del círculo familiar tienen una importancia cada vez mayor. Es la afirmación de la libertad personal y de la responsabilidad que es su principal corolario.
Se trata de un proceso delicado y lleno de riesgos. Para muchos, en el Paraguay, este proceso aborta incluso antes de empezar. A los quince años algunos jóvenes ya son adultos que han pasado por todas las experiencias, aun sin comprenderlas y vivirlas verdaderamente, y sin haber conocido nunca el tiempo de la adolescencia.
Un adolescente busca una amistad verdadera, sin traiciones; quiere una respuesta a las preguntas: ¿Quién soy?, ¿a quién pertenezco?, ¿qué sentido tiene mi vida? Se vislumbra así el interrogante vocacional, que nunca puede faltar en una existencia auténtica.
Como se puede deducir, esta publicación se dirige en primer lugar a los quinceañeros mismos. Al leerla, ellos encontrarán muchos estímulos para una meditación personal, en este momento tan lindo de la vida, que invita a mirar hacia atrás con gratitud a Dios y los padres, y a proyectarse hacia el futuro con fe y con el deseo de una vida bella y feliz.
Al mismo tiempo, los padres mismos encontrarán en este “Cuaderno” una oportunidad que muy raras veces se les ofrece: la de acercarse al mundo de sus hijos y a sus preguntas más profundas. La fiesta de quince años, en efecto, es también la fiesta de los padres, quienes con muchos sacrificios han tenido la capacidad de hacer crecer, educar y servir a sus hijos.
También los pastores y los demás educadores se darán cuenta de la importancia y de la utilidad de este escrito, que proporciona algunas claves para una vivencia más consciente y cristiana de una etapa tan crucial en la vida de los jóvenes y de sus familias.
Los muchos temas que se entrelazan al presentarse el festejo de los quince años, son los que tienen que caracterizar el acompañamiento de los adolescentes en el descubrimiento correcto del hombre, de la Iglesia y de Dios.
Michele Chiappo
Emilio Grasso, La celebración de los quince años. Una fiesta con sabor a eternidad,
Centro de Estudios Redemptor hominis (Cuadernos de Pastoral 26), San Lorenzo (Paraguay) 2010, 64 págs.
ÍNDICE
Introducción | 3 |
1. Los quince años: | |
El descubrimiento del sentido del tiempo | 7 |
La perseverancia | 9 |
El dominio de sí mismo | 12 |
"Conócete a ti mismo" | 16 |
El camino de la humildad | 22 |
II. La adolescencia: | |
De la independencia a la Responsabilidad | 25 |
La edad de la liberdad | 31 |
La edad de la responsabilidad | 36 |
III. La búsqueda de la vocación | 41 |
Llamados a la felicidad | 46 |
La vida es relación con Dios | 49 |
IV. Conclusión | 55 |